miércoles, 23 de septiembre de 2015



  • ·         ¿Qué es un determinante social?

Los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. 

Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas. Los determinantes sociales de la salud se refieren tanto al contexto social como a los procesos mediante los cuales las condiciones sociales se traducen en consecuencias para la salud.



  • ·         ¿Cómo surgen el concepto de determinantes sociales?


El concepto de determinantes sociales surge con fuerza desde hace dos décadas, ante el reconocimiento de las limitaciones de intervenciones dirigidas a los riesgos individuales de enfermar, que no tomaban en cuenta el rol de la sociedad.
Los argumentos convergen en la idea que las estructuras y patrones sociales forman u orientan las decisiones y oportunidades de ser saludables de los individuos. 
  • ·         Inequidades con respecto a los determinantes sociales


Los determinantes sociales de la salud explican la mayor parte de las inequidades sanitarias, esto es, de las diferencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación sanitaria.

  • ·         Soluciones para las inequidades


En respuesta a la creciente preocupación suscitada por esas inequidades persistentes y cada vez mayores, la Organización Mundial de la Salud estableció en 2005 la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, para que ofreciera asesoramiento respecto a la manera de mitigarlas. En el informe final de la Comisión, publicado en agosto de 2008, se proponen tres recomendaciones generales:



Se proporciona la equidad desde el principio, para que se vaya desarrollando desde los primeros años del individuo, programas de calidad para madres, niños en cuestión de medidas sanitarias, enseñanza primaria y secundaria obligatoria de calidad para los niños, mecanismo que garantice la coherencia de las políticas para el desarrollo de la primera infancia.
Entornos salubres para una población sana, acceso a una vivienda de calidad, agua salubre, servicios de saneamiento, conductas sanas según criterios de equidad.
Prácticas justas en materia de empleo y trabajo, que el trabajo sea digno, políticas integrales de protección social, que se vele por los sistemas de protección social que incluyan a los trabajadores.

Protección social a lo largo de la vida, que se establezcan políticas integrales de protección social y se refuercen las existentes, que se vele por que los sistemas de protección social incluyan a quienes están en situación de precariedad laboral, en particular quienes trabajan en el sector no estructurado, el servicio doméstico o la asistencia a otras personas.



La inequidad de las condiciones de vida está determinada por estructuras y procesos sociales más profundos. La inequidad es sistemática, es el resultado de normas, políticas y prácticas sociales que toleran o incluso favorecen una distribución injusta del poder, la riqueza y otros recursos sociales, y del acceso a éstos.



Que la equidad sanitaria sea un criterio de evaluación de la actuación de los gobiernos, que se cree capacidad nacional para aplicar un régimen impositivo progresivo, que se evalúen las consecuencias de los principales acuerdos económicos mundiales, regionales y bilaterales en la equidad sanitaria, que se aprueben y apliquen leyes que promuevan la equidad de género, que se cree y se financie una unidad dedicada a la equidad de género, que la contribución económica del trabajo doméstico, la asistencia a otras personas y el trabajo voluntario se incluya en las cuentas nacionales.

      3.   Medición y análisis del problema

La acción sobre los determinantes sociales de la salud será más eficaz si se dispone de sistemas de datos básicos, tales como los registros civiles y programas de observación sistemática de las inequidades sanitarias y de los determinantes sociales de la salud, y mecanismos que aseguren que los datos pueden ser interpretados y utilizados en la elaboración de políticas, sistemas y programas más eficaces. 
La Comisión apoya resueltamente que los gobiernos y el sector público desempeñen una función central en esas intervenciones, pero reconoce también la necesidad de que intervengan y presten apoyo las instituciones y organismos de ámbito mundial, las autoridades nacionales y locales, la sociedad civil, las comunidades de investigación y académicas, y el sector privado.
Que hagan de la equidad sanitaria un objetivo común fundamental y utilicen un conjunto común de indicadores para hacer un seguimiento de los progresos realizados en materia de desarrollo, que favorezcan la participación equitativa de los Estados Miembros y otras partes interesadas en la formulación de políticas a escala mundial.
La OMS es la institución encargada de liderar la acción sanitaria mundial. Es hora de potenciar su función directriz a través del programa de acción sobre los determinantes sociales de la salud y la equidad sanitaria mundial.
La atención de salud no es la principal fuerza que determina la salud de las personas, sino que es otro determinante más; siendo más importantes los factores que permiten a las personas mejorar o mantener su salud que los servicios a los cuales acceden cuando se enferman.